La tradicional retreta musical de Cajamag se vivió con un aporte más especial en su más reciente edición. La Orquesta Filarmónica, junto con cinco corales locales, ofrecieron un espectáculo vibrante que convocó a samarios y turistas.
El parque Bolívar volvió a transformarse en un escenario de arte y comunidad. A cielo abierto y bajo el ritmo envolvente de la Orquesta Filarmónica de Cajamag, decenas de personas —niños, jóvenes, adultos y adultos mayores— se dieron cita para vivir una nueva edición de la Retreta Cultural, evento que mes a mes consolida su lugar como un encuentro cultural significativo en Santa Marta.
Pero esta no fue una jornada cualquiera. Esta vez, el espectáculo musical estuvo acompañado por la participación de agrupaciones corales locales, que aportaron un matiz emotivo y poderoso a la velada. En total, cinco coros se presentaron en tarima: la Coral Polifónica de Cajamag, Coral Laudete Dominum, Coral Sueño de Voces, Coral Club Arhuaco Cajamag y el Coro de la Universidad del Magdalena, integrados por niños, jóvenes y adultos, incluso personas mayores, que unieron sus voces en armonía y diversidad.
La jornada inició con las interpretaciones de la Orquesta Filarmónica, que, como es costumbre, recorrió canciones de diferentes épocas y géneros, logrando conectar con el amplio y variado público que colmó el parque.
Luego, uno a uno, los coros fueron tomando el escenario, cerrando con una presentación colectiva que arrancó aplausos y ovaciones.
Más que música: cultura viva
Lo que comenzó como una iniciativa musical se ha ido ampliando con el tiempo. Hoy, la retreta es una experiencia cultural integral. La Biblioteca Cajamag se ha sumado activamente, habilitando zonas de lectura, pintucaritas, actividades lúdicas y talleres de dibujo para los más pequeños. Además, se incluyó un recital poético que brindó pausas reflexivas entre las notas musicales y los coros.
“Es un espacio donde la música se encuentra con la comunidad, donde las generaciones se conectan y el arte se vuelve parte del paisaje urbano”, expresó uno de los asistentes que llegó en familia desde el barrio El Prado.
La retreta cultural , institucionalizada por Cajamag los últimos viernes de cada mes, sigue creciendo en convocatoria y contenido. Con cada edición, gana no solo en público, sino también en impacto: se convierte en una forma de tomar el espacio público desde la cultura, en un mensaje de convivencia, inclusión y alegría colectiva.